¿Qué significa «formación presencial»?
La formación presencial implica la presencia de un/a formador/a y de alumnado en el mismo espacio físico. Las formaciones presenciales pueden ser individuales o en grupo. En ellas, los formadores imparten a los alumnos lecciones sobre un tema concreto durante un periodo de tiempo específico y definido de antemano. En la mayoría de los casos, el método didáctico que se emplea en la formación presencial se basa en un enfoque «magistral» en que la información se transmite en cascada de docentes a alumnos.
Diferencias entre la formación presencial y la formación a distancia
La principal diferencia entre estos dos métodos de enseñanza radica en el enfoque didáctico empleado y la interacción entre formadores y alumnos.
a. Formación presencial
La formación presencial se imparte directamente en un centro de formación, en aulas específicas, de acuerdo con un horario preciso, a un ritmo regular y con docentes elegidos para dicho fin. También puede impartirse directamente en grandes empresas para sus empleados. Por eso, la formación presencial se aplica tanto a estudiantes o alumnos en el marco de una formación inicial como a personas en un entorno profesional en el ámbito de una formación continua.
b. Formación a distancia
La formación a distancia se desarrolla principalmente en internet, a través de plataformas específicas o herramientas digitales. Los dispositivos para realizar estos cursos son múltiples: teléfonos inteligentes, tabletas u ordenadores. Además, existen varios tipos de formación a distancia: MOOC, SOOC, COOC o clases virtuales.
Sin embargo, conviene señalar que la formación a distancia no se originó con la llegada de internet. En realidad, ya existía mucho antes y se caracterizaba por el envío de material didáctico en papel por correo postal. Las ventajas de la formación a distancia son que ofrece una flexibilidad mayor, puesto que los alumnos pueden acceder a los recursos formativos en cualquier momento y dondequiera que estén. Además, no tienen que desplazarse hasta ningún centro de formación.
Así las cosas, el apoyo que se presta a los alumnos difiere en función de si la formación es a distancia o presencial. La formación presencial se caracteriza por el apoyo constante de los formadores. Al estar físicamente presentes en el aula, los docentes pueden responder directamente a las necesidades del alumnado.
En el caso de una formación virtual, por ejemplo, el apoyo se presta a distancia a través de una amplia variedad de soportes (teléfono, plataforma en línea, redes sociales, correo electrónico, etc.). Sin embargo, algunos tipos de formaciones, como el aprendizaje mixto o «blended learning», combinan ambos tipos de modalidades de aprendizaje (presencial y virtual).
¿Existe una tendencia hacia la formación presencial?
En el sector de la formación profesional, la formación a distancia atrae cada vez a más empresas. Y, como consecuencia de ello, los cursos de formación tradicionales están quedando relegados a un segundo plano. Pero, ¿son las formaciones de aprendizaje virtual tan eficaces como las presenciales? ¿No es a veces mejor estar en contacto directo con el/la formador/a y asistir físicamente a clase? ¿Hay que elegir obligatoriamente entre estos dos tipos de formaciones? Según el Instituto Superior de Tecnologías de la Formación (ISTF) de Francia, en 2019, el 21 % de las empresas encuestadas consideraba que la formación presencial era más eficaz. El resto de las empresas encuestadas consideraba imprescindible incorporar herramientas digitales a la formación presencial.
Los autores de dicho estudio destacaban la importancia y la popularidad de la formación mixta, esto es, una modalidad docente que combina formación presencial y a distancia. De hecho, se trata de una opción cada vez más popular entre las empresas, ya que permite reducir costes mediante el uso de herramientas digitales y, al mismo tiempo, mantiene la interacción entre formadores y alumnos gracias a las clases presenciales.