¿Qué es un COOC?
Los COOC («Corporate Online Open Courses») son formaciones en línea que se dirigen a un número limitado de profesionales. Suelen desarrollarse en el contexto de una formación de empresa dirigida a empleados, candidatos de un proceso de selección o, incluso, clientes o proveedores.
Esta es la principal diferencia que existe entre este formato y los MOOC (véase nuestro artículo específico), que solo pueden desarrollarse en instituciones docentes (universidades, escuelas, centros de formación, etc.).
Los COOC son impartidos por formadores expertos en campos muy específicos. Sus objetivos son promover una cultura de empresa o permitir a los empleados adquirir nuevas competencias. Entre sus características están una combinación de teoría y práctica, una vertiente lúdica y una comunidad de intercambio de conocimiento que reúne a alumnos y docentes. Los mejores participantes reciben como recompensa certificados simbólicos que acreditan la validación del conjunto o una parte de la formación. Los COOC se desarrollan desde hace solo algunos años.
¿Cuáles son las principales características de los COOC?
¿Quiénes se benefician de estas formaciones?
Todos los empleados de una empresa pueden participar en un COOC con el fin de formarse en un área específica. Dichos empleados pueden acceder a él desde su ordenador o su teléfono inteligente cuando quieran y estén donde estén. Este formato de aprendizaje es un medio eficaz para dirigirse a un mayor número de personas sin las limitaciones derivadas de horarios o ubicaciones diferentes. Los COOC son más fáciles de organizar que las reuniones informativas o las conferencias, por lo que resultan muy ventajosos para aquellas empresas que los usan para compartir experiencias interna o externamente.
Ventajas e inconvenientes de los COOC
Ventajas de esta modalidad de formación
Los COOC son formaciones a medida que se adaptan a las necesidades específicas de las empresas, algo que no siempre sucede con los cursos de aprendizaje virtual convencionales, que pueden considerarse demasiado generales y no satisfacer sus requisitos específicos.
Este tipo de formación es ideal para empresas con equipos grandes o multinacionales, puesto que los alumnos pueden completar los cursos en cualquier momento, estén donde estén.
Al estar diseñados a medida y dirigirse a los empleados de la empresa, los COOC ofrecen un gran margen de maniobra a los diseñadores didácticos, quienes pueden crear sus propios escenarios para los programas de formación y adaptar las actividades (cuestionarios de «e-learning», ejercicios didácticos, juegos serios, etc.).
Crear MOOC puede ser una forma útil de comunicar y promover una buena imagen de marca. La empresa demuestra a sus futuros candidatos, socios, proveedores o clientes que invierte en la formación de sus empleados y que es capaz de iniciar una auténtica transformación digital de su estrategia de formación, al mismo tiempo que apoya a sus empleados.
Límites de los COOC
Como sucede con cualquier otro tipo de formación a distancia, los riesgos a menudo tienen que ver con la motivación de los alumnos. Como resultado de ello, los índices de finalización pueden ser bajos. Para hacer frente a estos desafíos, las empresas no dudan en recurrir a «gestores de comunidades de aprendizaje» que se encargan de moderar las comunidades de alumnos y prestarles apoyo diario en el transcurso de su programa de formación.
Asimismo, es necesario incentivar a los alumnos. Para eso, se pueden implantar sistemas de recompensa (puntuación, insignias, etc.). La validación de los módulos puede dar lugar, por ejemplo, a la concesión de medallas virtuales.
Otro inconveniente que plantean los COOC es su falta de reconocimiento fuera de la empresa y la ausencia de certificación. De hecho, a diferencia de las formaciones certificadas que imparten centros de formación acreditados, podría resultar difícil para los alumnos hacer valer en sus CV o en un proceso de selección estos cursos corporativos específicos.
