Analíticas de aprendizaje

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Definición de las analíticas de aprendizaje o «learning analytics»

La analítica de aprendizaje es la disciplina que tiene como objetivo recopilar todos los datos relacionados con un sistema de aprendizaje digital. Toda esta información se recopila, se mide, se utiliza y se analiza para mejorar y optimizar el proceso de aprendizaje en línea.


¿Para qué sirve la analítica de aprendizaje?

Los investigadores y los desarrolladores de software se sirven ya de las analíticas de aprendizaje para crear soluciones de aprendizaje a medida y adaptar el contenido de cada formación a las necesidades de los alumnos.

En este artículo, analizaremos algunas de las ventajas de la analítica de aprendizaje.

1. Adaptación de la formación al perfil de los alumnos

La analítica de aprendizaje permite definir un perfil para cada alumno/a y, de este modo, identificar posibles situaciones de fracaso en función de dichas categorías de perfil. El objetivo es adaptar cualquier intervención formativa a las necesidades de los alumnos. Así, para cada uno de ellos, se eliminarán los elementos superfluos o redundantes, y se revisarán los elementos que desencadenan bloqueos.

2. Mejora del contenido de la formación

La etapa más importante es la fase de análisis, que permite examinar la forma en que está diseñada la formación e identificar las áreas susceptibles de mejora para optimizar el programa de formación del alumnado. También permite establecer correlaciones entre distintos indicadores, como la duración de la formación o el índice de éxito.

En términos más generales, la analítica de aprendizaje nos permitirá identificar las formaciones que ofrecen los mejores resultados (en términos de rendimiento, por ejemplo), las que aportan menos valor añadido a los alumnos o las que resultan más costosas para la empresa o el centro de formación.

3. Evaluación de la rentabilidad

El análisis minucioso de las formaciones impartidas permite optimizar la duración de los cursos, adaptar los contenidos en función de los alumnos y obtener resultados precisos para cada formación o módulo de formación. La disponibilidad de indicadores rigurosos también permite evaluar el coste de cada formación y, por tanto, cuantificar la rentabilidad de cada una de las ofertas del catálogo de formación.

4. Anticipación de problemas

La anticipación de problemas futuros es más fácil gracias al análisis de los datos de cada formación. Algunos diseñadores de cursos de aprendizaje virtual consiguen incluso adaptar las formaciones en el mismo momento en que estas se imparten. De hecho, a partir de las respuestas indicadas por los alumnos durante una sesión de formación (por ejemplo, tras la distribución de cuestionarios de satisfacción), será posible modificar, ajustar o eliminar determinados elementos para cada uno de los programas de aprendizaje de los alumnos.

Ejemplos de indicadores de rendimiento analizados en las formaciones

Un análisis bruto y descriptivo tendrá poco valor para los formadores, la empresa o los alumnos. Lo más importante es identificar las causas de los resultados obtenidos y encontrar áreas de mejora para anticipar posibles problemas y mejorar la experiencia del alumnado.

Hemos elaborado una lista con unos cuantos indicadores de rendimiento que pueden recopilarse y analizarse durante una sesión de formación. Evidentemente, esta lista no es exhaustiva y puede completarse en función de las necesidades de cada empresa o centro de formación:

  • Tasa de participación: ¿qué porcentaje de empleados, alumnos, becarios… han participado en la formación? En este caso, es importante preguntarse por qué motivo(s) habrán asistido dichas personas a la formación. Este indicador nos permite evaluar el interés y el atractivo de los cursos.
  • Índice de abandono: ¿qué porcentaje de empleados, alumnos, becarios… no ha completado la formación? ¿Cuáles fueron los motivos de dicho abandono? ¿Complejidad, falta de interés, duración de los módulos, etc.? Este indicador es muy útil para identificar en qué momento los alumnos ya no son capaces de seguir una formación y qué formatos de aprendizaje deben priorizarse. Por ejemplo, la incorporación de tutorías a una sesión de aprendizaje virtual incrementa en varios puntos el índice de finalización.
  • Tiempo de conexión: ¿cuánto tiempo permanecen conectados de media los alumnos a la plataforma? ¿Tiende esta media a disminuir o a aumentar? Esta información también servirá para medir el atractivo de la formación y adaptar el programa formativo de cada alumno/a.

Estos indicadores permiten entender qué atrae o ahuyenta al alumnado. Para los formadores, esto significa que quizás deban replantearse los formatos de su formación, por ejemplo, incorporando nuevas actividades de aprendizaje rápido («fast learning») o actividades más divertidas.

¿Cuáles son las características de la analítica de aprendizaje?

El uso de la analítica de aprendizaje presupone la existencia de una interacción previa con los alumnos.

Las analíticas de aprendizaje permiten determinar, por ejemplo:

  • El índice de finalización de un módulo.
  • El tiempo que tarda cada alumno/a en completarlo.
  • Los errores cometidos por el alumnado.
  • El número de visualizaciones registradas por el módulo.
  • El entorno digital en que trabajan los alumnos.

¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes de la analítica de aprendizaje?

Las analíticas de aprendizaje permiten mejorar continuamente el contenido de una formación. Son una excelente fuente de información sobre el desarrollo de la formación y proporcionan una base objetiva sobre la que construir. Algunos detractores señalan que los alumnos tienen derecho a la privacidad. Sin embargo, las analíticas de aprendizaje solo se transmiten a los formadores, quienes las usan para mejorar la calidad y los métodos de aprendizaje. La autorización para recopilar estos datos debe solicitarse al principio de la formación.

En su libro blanco «Les chiffres 2021 du digital learning», el ISTF explica que «el 65 % de los cursos que incorporan tutorías presentan un índice de finalización superior al 60 %». Las cifras de la formación no tutorizada son mínimas. La mitad de los alumnos tiene un 10 % de posibilidades de completar el curso. Estas cifras demuestran la importancia de recurrir a un/a tutor/a. La obtención de estos porcentajes ha sido posible gracias a analíticas de aprendizaje.

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